Bastante caro para el servicio recibido. Llegamos sobre las 13:30 al hotel y tuvimos que esperar una hora hasta que nos dieron la habitación. El desayuno bastante normal, no había fruta, a excepción de unas manzanas diminutas. Los zumos aguados. En la piscina olía mal y descubrimos que había 2 cagadas, como de perro, en el cesped. Las paredes de la piscina con bastante suciedad.

O pequeno almoço é muito fraco. Não há variedade, sumo de laranja, pão integral, nada que indique que se trata de um hotel de quatro estrelas!. O hotel tem um restaurante panorámico, mas não o disponibiliza para almoços nem jantares, apesar de constar no material publicitário que o Hotel possui um restaurante de mesa internacional. Os corredores fedem a tabaco. A Internet é paga à parte, mesmo nas zonas comuns do hotel, o que é um absurdo nos dias de hoje. Na casa de banho, não há artigos de toucador nem mesmo um reles gorro de douche touca de banho para os cabelos!.

El Hotel está bien ubicado. Es como un hotel familiar de veraneo de los años 60 ó 70. Estuvo bien en relación calidad-precio.