Experiencia lamentable. Coincidimos con una boda el sábado y alguno de los invitados, para hacer la gracia, hizo sonar la alarma de incendios. La actitud del personal del hotel fue vergonzosa, incluso les hizo gracia ver cómo bajamos a recepción en pijama. Para colmo, la música de la boda continuo como si nada, impidiendo dormir hasta más de las 2 de la madrugada. Por lo demás, las instalaciones son correctas para su categoría.
Aufenthalt im Hotel: Dezember 2015