Baño reformado, habitación amplia y luminosa.

Es un hotel pequeño, de solo 32 habitaciones, situado en un entorno muy tranquilo y con buen clima. Tiene unas instalaciones sin lujos, pero con todo lo necesario y muy cómodo. El personal es muy atento y agradable en todo momento. Desayuno buffet sin grandes excesos, pero muy completo. Está cerca de Lagos, unos 5 km, pueblo con mucha vida donde encuentras oferta de todo tipo para comer y es muy acogedor. También esta cerca del Cabo de San Vicente y Vila do Bispo, con playas increibles y pequeñas y poco concurridas calas entre acantilados en el camino hasta allí.

Un bonito hotel y el trato es muy bueno pero en mi opinión las habitaciones no están bien equipadas. Almohadas reamente incómodas y solo un aire caliente en la habitación, provocando que se pase frio y haya muchísima humedad sobre todo en el baño. Tampoco tienen el típico cartelito de la puerta para indicar que hagan o no hagan la habitación, por lo que todos los días te molestan llamando para ver si hay alguien dentro.

Perfecto todo, trato super agradable y un sitio precioso. No le pongo el 10 porque tendria que mejorar en el restaurante pero aun asi todo muy muy bien.

El hotel posee unas instalaciones con encanto.

Óptimo hotel com pessoal muito competente e simpático.