Excelente ubicación. Habitación suficiente si no le importa ni las colchas antiguas, ni el calor en verano, ni el olor a patio interior a donde tendrá sus vistas. A quien le gusten las antiguedades podrá disfrutar del ventilador de la habitación. Las personas con tendencia a la depresión es mejor que no vean el televisor modelo postguerra. Por lo demás, puede hacer un viaje al pasado admirando las bombillas incandescentes de las que ya quedan pocas. El desayuno el peor que he tenido en mis viajes, incluído estancias en lugares de mochileros. Al salir por la mañana después de desayunar, me hacía falta buscar un sitio para tomar un café. No obstante, tiene cereales convencionales, yoghour a granel y huevos cocidos. En todo caso, todo lo anterior se compensaba por su ubicación, pero no se puede ser exigente con lo demás. Simplemente son datos objetivos, sin perder de vista que es lo propio de un hotel de dos estrellas en Europa. ¿El precio? Habrá a quien le parezca que es económico para ser Bélgica, pero 100 euros/noche en habitación individual no es poco dinero en realidad era una doble de uso individual. Muy buen detalle el disponer de varias almohadas. El baño correcto, lo mejor, si lo comparamos con la habitación. Muy útil la caja fuerte. En general, repetiría porque los defectos puedo a nivel personal pasarlos por alto. Eso es muy personal, y si, tal como me sucedió en esta ocasión, no hay un hotel en esta situación más económico y con un mínimo de garantías las que parecían inferirse de otras opiniones leídas.
Aufenthalt im Hotel: Juni 2011